El nombre de Tempranillo proviene de su temprana maduración, ya que normalmente se recolecta a finales de septiembre. En catalán se la denomina “Ull de llebre” (ojo de liebre), por la forma redonda de su grano. Se trata de una variedad de uva negra de piel gruesa, racimo alargado y compacto, y grano mediano de un color negro azulado.
El Tempranillo es una variedad muy delicada y necesita climas frescos. Resistente a las heladas de primavera, las plagas y las enfermedades, es, en cambio, sensible a la sequía y al viento.
El vino de Tempranillo es equilibrado, con cuerpo, de intenso color y ligeramente ácido. Tiene un buen envejecimiento en madera. Se emplea en mezclas, siendo habitual con Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Se obtienen vinos rosados y tintos jóvenes. También pueden elaborarse grandes vinos de crianza. El aroma primario recuerda a las frutas del bosque, pero encontramos también ciruela, especias, vainilla, pan tostado. Su color es rubí intenso.
Es una variedad originaria de La Rioja, que se cultiva en las DO Costers del Segre, DO Conca de Barberà y DO Penedès, donde tiene una gran tradición.
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